Los valores de una empresa son cruciales para conectar con tus clientes potenciales, estrechar lazos con ellos y fidelizarlos.
¿Qué crees que es si no lo que hace que decidan comprarte a ti en lugar de a tu competencia?
Esa pregunta solo tiene una respuesta: tus valores empresariales. Pues es tu esencia, tu personalidad, lo que realmente engancha a tu cliente y lo que lo invita a confiar en ti para tomar acción.
Está más que demostrado que la emoción tiene más peso que la razón en la toma de decisiones. Por eso, una de las mejores formas de mostrarte ante tu audiencia como alguien confiable es apelando a sus emociones.
¿Cómo?
Creando una personalidad de marca fuerte y coherente que, además, te ayude a diferenciarte de tu competencia.
Y para ello no basta con decir cuáles son los valores de tu empresa. Tienes que integrarlos en tu estrategia, comunicarlos de la forma adecuada y asegurarte de que están presentes en cada una de tus acciones.
En este post te explicamos cómo hacerlo a través de ejemplos de valores de una empresa. Encuentra los valores empresariales que son esenciales para tu negocio y empieza a fomentarlos desde hoy mismo.
Qué son los valores de una empresa
Antes de nada: ¿qué son los valores de una empresa?
De entrada, podríamos decir que los valores de una empresa son todos aquellos rasgos que conforman la personalidad de una marca. O, en otras palabras, todos esos principios éticos y profesionales que rigen su actividad y reflejan (de una forma u otra) la esencia, el espíritu del negocio.
En definitiva, son un símbolo del compromiso que une a la empresa con su público, pero también con su propio equipo. Pues su influencia tiene que dejarse ver tanto a nivel interno como externo.
Piensa que los valores empresariales son los pilares sobre los que se sustenta tu negocio. Aquello en lo que crees, defiendes y respetas. Pero de verdad.
Hay empresas que se autodefinen como innovadoras y luego utilizan procesos propios de la Prehistoria. O negocios que defienden la excelencia de sus servicios y, en el trato, dejan mucho que desear…
Pero eso no tiene ningún sentido.
Los valores de una empresa están para aplicarlos y están (o deben estar) presentes en cada una de tus acciones.
Porque, de hecho, si los valores empresariales que crees que te identifican no coinciden con los que tu audiencia percibe, no conseguirás más que confundir. O, lo que es peor, engañar.
Y eso no te lo perdonarán…
Por eso, y para que tengan sentido y coherencia, además de comunicarlos a través de tu página web, tu logotipo, tus colores corporativos, etc., tienes que integrarlos y transmitirlos de forma real y genuina.
Y, para ello, puedes ayudarte también de los arquetipos de marca.
La importancia de los valores de una empresa
Tener unos valores de empresa perfectamente definidos y alineados con la realidad supone grandes ventajas para tu negocio porque te ayuda a:
- Crear una identidad fuerte y sólida.
- Garantizar una brand experience a la altura de lo que tus clientes esperan de ti.
- Estimular a tus trabajadores y colaboradores para que se impliquen en pro de tus objetivos.
- Lograr el compromiso de todas las personas que interactúan con tu negocio.
- Generar confianza y credibilidad entre tu público objetivo.
- Convertir a tus clientes en fans de tu marca y de tu negocio.
¿Imaginas todo lo que esto supone a la hora de vender y fidelizar a tus clientes?
Evidentemente, todo ello contribuye a que hablen bien de ti, te recomienden y vuelvan cada vez que te necesiten.
En cambio, si los valores que intentas transmitir (por muy bien que suenen) no coinciden con lo que realmente perciben o con tu forma de trabajar, la historia será todo lo contrario…
10 valores de una empresa: ejemplos
¿Quieres saber cuáles son los valores de una empresa que más apreciarán tus clientes potenciales? Aquí tienes algunos ejemplos de valores de empresas.
La lista podría ser interminable, pero hemos decidido quedarnos con los 10 principales, con aquellos que más nos resuenan porque son también la base de IdeandoAzul:
- Honestidad. Piénsalo. A todos nos gusta la sinceridad y la claridad a la hora de comprar un producto o contratar un servicio.
- Pasión. Poner entusiasmo, entrega y cariño en tu trabajo contagiará a tus clientes de esa positividad y motivación, lo que hará que todo fluya de una forma más natural.
- Lealtad. Si te muestras fiel y leal con tu equipo y con tus clientes, ten claro que ellos te devolverán esa fidelidad.
- Empatía. Escuchar a los demás, entender sus necesidades y hacerles sentir comprendidos es decisivo para establecer relaciones de confianza.
- Respeto. El respeto es la base de las relaciones humanas y por eso tiene que estar presente en todo lo que digas y hagas.
- Resolución. Tener una actitud activa y ser capaz de adaptarte a las necesidades de cada persona es sinónimo de calidad y compromiso.
- Aprendizaje. Estar en constante formación es clave para poder seguir avanzando.
- Competitividad. Tu negocio nunca será el mejor si no exiges (y te exiges) lo mejor.
- Libertad. Facilita que todos (clientes y colaboradores) puedan expresar su opinión libremente, sin miedo.
- Gratitud. Da las gracias y siente ese agradecimiento de forma sincera hacia todas las personas que interactúan con tu negocio.
Con algunos de estos ejemplos de valores te sentirás identificado y con otros no. Con unos más y con otros, menos. O quizá creas que todos van con tu negocio.
Y no lo ponemos en duda pero ¿son realmente los pilares? ¿Eres fiel a ellos en todos los sentidos?
Estas dos preguntas son fundamentales para poder definir de una forma coherente y sincera los valores de una empresa, siguiendo los pasos que te proponemos a continuación.
Cómo aplicar los valores empresariales en tu negocio
Todos los negocios se sustentan sobre una serie de valores empresariales. Pues, ya sea de forma intencionada o no, todo lo que haces (y has hecho) transmite unos valores concretos.
No te preocupes si hasta ahora no habías pensado en todo esto.
Lo importante es tomar conciencia cuanto antes para empezar a trabajar y conseguir que la imagen que proyectas coincida con la que realmente quieres transmitir. 😉
Estos son los principales pasos que debes seguir para aplicar los valores de una empresa a tu propia estrategia de branding:
- Define por escrito los valores empresariales con los que crees que realmente se identifica tu negocio. Aquellos que valoras por encima de todo. Para ello, tienes que ser honesto y apuntar solo aquellos que verdaderamente coinciden con la realidad. En esta fase es bueno que escuches opiniones de terceras personas (clientes o colaboradores) e identifiques también aquellos valores diferenciales que solo tú posees con respecto a tu competencia.
- Integra esos valores de empresa en tu negocio. Para ello, quizá tengas que introducir ciertos cambios o mejorar algunos hábitos que ayuden a realzarlos. Por ejemplo, con una atención al cliente más personalizada y cercana, o unas fechas de entrega más rápidas.
- Rodéate de personas que compartan esos mismos valores para que cobren fuerza. Cuanto más conectes a través de esos valores de empresa tanto con los miembros de tu equipo como con tus clientes, en mejor sintonía trabajaréis unos con otros.
- Transmite y comunica tus valores empresariales a través de todo lo que tiene que ver con tu marca. Eso incluye desde tu página web, tu logotipo y todos los elementos que están recogidos en tu manual de identidad corporativa hasta tus correos, tus perfiles de redes sociales y otros canales en los que te comunicas con tu audiencia.
¿Sabes ya cuáles son los valores de tu empresa?
Visto lo visto, podríamos concluir que los valores empresariales son como una especie de brújula que guía todas las acciones que se desarrollan en un negocio tanto a nivel interno como externo.
Por eso es importante que tengas presente que de nada sirve definirlos si luego no los aplicas…
Piensa que, además, los valores de una empresa son perdurables en el tiempo. Porque si hoy eres fiel a unos valores y mañana dejas de serlo, ¿qué pensarán tus clientes?
Si tu empresa es innovadora, demuéstralo cada día. ¿De verdad eres un profesional? Trabaja como tal. ¿Que eres justo y leal? Pues ofrece un trato que lo demuestre. Si defiendes la puntualidad, esfuérzate para no llegar tarde a tus entregas.
En definitiva, sé honesto y coherente a la hora de definir tus valores empresariales. Y, lo más importante, no te olvides de aplicarlos.
Tómate tu tiempo para hacer esta reflexión.
Sigue los pasos que te hemos contado y ayúdate de estos ejemplos de valores de empresas para encontrar tus 10. Los reales, los auténticos, los que van contigo.
Una vez que los tengas, podemos ayudarte a transmitirlos y comunicarlos a través de una identidad corporativa coherente y una página web profesional alineada con tus valores de empresa.
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