En un mundo donde la accesibilidad y la velocidad son claves, el diseño web responsive emerge como una solución para garantizar que los usuarios puedan interactuar con el contenido, sin importar el dispositivo que utilicen.
Con el aumento exponencial en el uso de dispositivos móviles para acceder a Internet, el diseño web responsive se ha vuelto más que una tendencia en una necesidad. Ya no es suficiente tener un sitio web que se vea bien solo en una pantalla de escritorio.
La adaptabilidad es esencial para garantizar que los usuarios permanezcan en el sitio web. El diseño responsive ofrece una solución elegante al desafío de mantener la coherencia y la funcionalidad independientemente del tipo de pantalla desde la que se visualice.
Sin embargo, el diseño web responsive no solo se trata de ajustar el tamaño de los elementos en una página, sino de crear una experiencia de usuario satisfactoria en todos los dispositivos. Además, hay que tener en cuenta que en escritorio la pantalla es horizontal y el smartphone generalmente lo utilizamos de forma vertical.
Sigue leyendo y verás qué significa el diseño web responsive, por qué es imprescindible para tu proyecto y qué aspectos debes tener en cuenta para implementarlo.
¿Qué es el diseño web responsive?
El diseño web responsive es una técnica que permite que un sitio web se adapte y se vea correctamente a todos los dispositivos, desde ordenadores hasta teléfonos móviles pasando por tablets.
En lugar de crear múltiples versiones del mismo sitio web para diferentes dispositivos, el diseño web responsive utiliza una combinación de estructuras fluidas para ajustar automáticamente el diseño y el tamaño de los elementos de la página según las características del dispositivo y el tamaño de la pantalla del usuario.
Independientemente del dispositivo que se utilice para acceder a tu página, el sistema detecta el ancho de la pantalla y, automáticamente, redimensiona y adapta todos los elementos a las medidas requeridas.
No importa si es una tablet, un móvil, un portátil; o si lo miras en posición vertical u horizontal. La web responsive siempre garantiza una correcta visualización.
Por tanto, un diseño responsive es un diseño multidispositivo. Es decir, que tiene la capacidad de adaptarse a cualquier formato, tipo y orientación de pantalla.
Por eso, no es de extrañar que su traducción al español sea «adaptable».
¿Para qué sirve el diseño responsive?
A diferencia de otros sistemas como el mobile first web, el web responsive crea primero la versión de escritorio para ordenadores.
A partir de ahí, la página es adaptada a las pantallas más reducidas, asegurando una vista perfecta en todos los dispositivos.
Lo mejor de todo es que esto se consigue a través de una única web y una sola URL. De este modo, disminuyes los riesgos de crear ese contenido duplicado que tanto detesta Google.
Además, en contraposición al diseño adaptive, se utiliza una misma plantilla para todos los dispositivos. Sin distinciones.
Esto hace que se reduzcan los gastos de desarrollo ya que, para introducir algún cambio, bastará con actuar una sola vez sobre la página.
Estas solo son, sin embargo, algunas de sus múltiples ventajas.
Sigue leyendo para descubrir todo el potencial del modelo responsive.
Ventajas del diseño web responsive
Hoy en día, tener una web responsive no es una opción. Más bien, me atrevería a decir que es una obligación para cualquier negocio digital o con presencia online.
Recuerda los datos que te comentaba al principio y piensa cómo, si no, llegarías a esos 25 millones de personas que realizan búsquedas a diario a través de sus tablets y smartphones.
¿Crees que sería posible sin una página adaptable?
Evidentemente no.
Si, aún así, todavía no te has convencido de que una web responsive es más que necesaria para ti, te cuento aquí otros motivos por los que, sí o sí, deberías tenerla:
- Enriquece tu branding. Y es que, la primera impresión es fundamental para establecer una buena conexión con tus posibles clientes.
- Mejora la experiencia de usuario, facilitando la navegación.
- Es una de las 5 reglas básicas de usabilidad web.
- Favorece tu SEO. ¡A Google le encanta el responsive design! De hecho, penaliza el posicionamiento de los sitios que no ofrecen este formato.
- Reduce los tiempos de carga, ya que a tu página no le supone ningún esfuerzo extra adaptarse al formato requerido.
- Fomenta la viralidad de tus contenidos, pues hace que sea mucho más fácil compartir en redes a través del móvil.
- Incrementa el CTR y rebaja la tasa de rebote, puesto que ayuda a que tus visitantes permanezcan más tiempo en tu página.
- Aumenta la tasa de conversión. Google estima que cuando un usuario tiene una experiencia satisfactoria en su móvil, ¡hay un 67% de posibilidades de que compre o contrate tus servicios!
Principios del diseño web responsive
Con el objetivo de que tu web se adapte con facilidad a cualquier dispositivo y siga siendo usable en todos ellos, tendrás que prestar atención a ciertos elementos.
A continuación, puedes ver cuáles son los aspectos más importantes para garantizar a tus visitantes una buena experiencia de usuario, accedan desde donde accedan.
Crea una estructura fluida
La estructura de la página web responsive tiene que ser flexible.
Por lo que, si quieres que sea perfectamente adaptable a todos los dispositivos, el diseño tiene que permitir cambios tanto en el ancho de la página como en el de las columnas.
Simplifica la lectura
Teniendo en cuenta que el tamaño de la letra será distinto en cada caso para facilitar la lectura, lo ideal es que elijas familias tipográficas claras y sencillas.
No olvides que el objetivo principal es que los textos sean completamente legibles en todas las pantallas sin necesidad de hacer zoom.
Apuesta por imágenes flexibles
Los vídeos y fotografías tienen que poder ser redimensionados sin que la calidad de la imagen se vea afectada.
Para ello, los elementos multimedia tendrán que guardar una proporción lógica que facilite su visualización en cualquier ancho de pantalla.
Vigila los tiempos de carga
Como ya te hemos comentado en otras muchas ocasiones, la sencillez es la clave del éxito.
Para evitar sobrecargar la página, es fundamental obviar elementos innecesarios que pueden afectar al rendimiento y que, además, pueden no funcionar correctamente en algunos dispositivos o navegadores.
Un trato adecuado de tus archivos multimedia también te ayudará a reducir considerablemente la velocidad de carga. Para ello, es esencial redimensionar, ajustar y comprimir tus fotos. Si no sabes cómo hacerlo, no te pierdas este otro post en el que te contamos cómo optimizar imágenes para web en 5 sencillos pasos.
Facilita los clics
Vigila la proximidad de los elementos clicables y, en especial, de los botones de CTA o llamada a la acción.
Ten en cuenta que la precisión se hace mucho más necesaria en los dispositivos móviles, donde la interacción es táctil.
Asegúrate, por lo tanto, de que son fáciles de identificar y localizar. Y, por supuesto, de clicar para pasar a la acción.
Aprovecha las funciones de los smartphones
Los smartphones o tablets son utilizados para realizar diferentes acciones casi de forma simultánea como llamar, compartir en redes sociales, enviar correos, etc.
Saca partido a estas utilidades e introduce en tu página, por ejemplo, un botón vinculado directamente a tu número de teléfono o WhatsApp.
¡Facilítales que se pongan en contacto contigo aprovechando todas las herramientas a tu alcance!
Cómo saber si mi web es responsive
Si no estás seguro de si tu sitio tiene un diseño responsive, ha llegado el momento de averiguarlo.
Existen diferentes métodos para comprobarlo de una forma rápida y sencilla.
Por ejemplo, tal y como puedes ver en este gif, bastará con reducir o ampliar el tamaño de la ventana del navegador que utilices habitualmente. Si tu página es responsive, verás cómo esta se va adaptando constantemente al tamaño de la ventana. Si, por el contrario, no lo es, no experimentará ningún cambio.
Otra herramienta muy útil es el Mobile-Friendly Test de Google.
Una vez que accedas a través del enlace, no tienes más que escribir la url de tu web y clicar en ‘Probar URL’. En menos de un minuto, Google analizará tu página y te devolverá el resultado.
Si está optimizada para dispositivos móviles, te mostrará un mensaje como este:
Además, como ves, te ofrece un análisis sobre usabilidad y otros datos interesantes.
Cómo hacer una web responsive
Para crear un sitio web responsive, es necesario tener conocimientos de CSS y HTML5. Sin embargo, si utilizas WordPress, existen plugins y herramientas que te harán el camino mucho más sencillo.
La mayoría de las plantillas –por no decir todas– cuentan con un diseño responsive que hará que tu página se adapte a cualquier tipo de dispositivo.
Nosotros siempre confiamos en Elementor Pro por su eficacia, su facilidad de uso y las numerosas opciones que ofrece para personalizar las páginas de nuestros clientes.
Ejemplos de diseño web responsive
En IdeandoAzul siempre apostamos por el diseño web responsive.
Aquí tienes algunos ejemplos de páginas adaptables que siguen todos los criterios comentados anteriormente:
¿Necesitas más inspiración?
Echa un vistazo a nuestro portfolio, para ver más ejemplos de web responsive.
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Ahora que ya sabes qué es una página responsive y cuáles son sus ventajas, ya no tienes excusa para no ofrecer a tus visitantes un diseño adaptable.
De hecho, sabiendo que el móvil es la primera fuente de acceso a Internet, sería un gran error por tu parte no dar respuesta a las necesidades de tus usuarios.
¿No crees?
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¡Gracias!