El diseño web minimalista, por suerte, es tendencia desde hace años.
Y esto es porque está más que demostrado que menos es más y que, para aumentar tu tasa de conversión, no es necesario poner carruseles de imágenes ni luces de neón ni cientos de adornos que hacen que tu página parezca una feria.
Aunque ha llevado algún tiempo entenderlo, cada vez hay más emprendedores y diseñadores que apuestan por la simplicidad en sus páginas. Y es que la sencillez y la claridad son mucho más efectivas a la hora de llamar la atención del lector.
Piensa por un momento cómo te sientes al llegar a una página web en la que hay tantos elementos dispersos que no sabes ni dónde mirar…
¿Abrumado? ¿Saturado? ¿Desorientado? ¿Frustrado por no encontrar lo que buscas?
Estas son algunas de las sensaciones que experimentarán tus visitantes si no eres capaz de centrar su atención en lo que realmente os interesa tanto a ti como a él.
En un mundo en el que la inmediatez y la sobreinformación acaparan nuestras vidas, la única fórmula para triunfar es simplificar y facilitar al máximo cualquier proceso.
Así que necesitas, sí o sí, una web:
- Atractiva, para impactar visualmente a tus visitantes.
- Clara y fácil de utilizar para el usuario.
- Estratégica, para dirigir a tus visitas hacia tus objetivos.
¿Cómo puedes aunar estos tres elementos que te llevarán al éxito?
Claramente, gracias al diseño web minimalista.
Sigue leyendo para descubrir las claves del minimalismo y los 10 + 10 mandamientos que te ayudarán a dirigir los ojos de tu lector hacia donde quieras.
Comprueba por ti mismo con algunos ejemplos que es posible tener una web vistosa, sencilla para el usuario y, por encima de todo, efectiva. ¡3 en 1!
Principios del diseño web minimalista
El diseño web minimalista se reduce a lo esencial para combinar diseño y funcionalidad de una forma sencilla e inteligente. Para ello, elimina los elementos superfluos y se centra únicamente en aquellos que son necesarios para que el usuario pueda navegar sin distraerse ni desviarse de lo verdaderamente importante.
Dicho esto, podríamos decir que una página web minimalista es aquella que consigue impactar con el menor número de elementos posible. Aquella en la que nada sobra y nada falta. Ni más. Ni menos.
Que una página web sea sencilla no quiere decir que sea simplona o pobre. Todo lo contrario. Para que un diseño minimalista sea eficaz, es necesario dedicar mucho tiempo a pensar, planificar y definir.
Por eso, de entrada, tienes que analizar si todos los elementos que aparecen en tu web son realmente útiles o si están obstaculizando tus intenciones…
El minimalismo huye del desorden y del caos, que solo provocan falta de atención. Cuantos más elementos tenga tu web, más compleja parecerá a ojos del usuario y más te costará mostrarle el verdadero valor de tus productos y servicios.
El objetivo final del diseño minimalista es, por tanto, hacer que el mensaje sea lo más claro posible, eliminando distracciones y manteniendo el foco en lo que realmente importa.
Las leyes de la simplicidad, según John Maeda
John Maeda, todo un genio del diseño digital, recoge en Las leyes de la simplicidad las diez claves que equilibran la simplicidad y la complejidad en los negocios, en el diseño y en la vida de cualquier persona, incluidos tus visitantes:
- Reducir. Elimina todo aquello que no aporta nada, siempre y cuando no afecte a la experiencia de usuario y respete los principios de usabilidad web.
- Organizar. Ordena, integra y, muy importante, prioriza los elementos que sí son imprescindibles para crear una estructura coherente y fácil de comprender.
- Tiempo. Uno de tus principales objetivos debe ser reducir el tiempo de espera y permitir que tus usuarios encuentren lo que buscan con la mayor inmediatez.
- Aprender. A mayor simplicidad de uso, antes aprenderán tus usuarios a identificar los botones y el resto de elementos que conforman tu web para navegar e interactuar.
- Diferencias. Lo simple y lo complejo se complementan mutuamente. Así, cuanto más compleja se vuelve la tecnología, más simplicidad demandan los usuarios.
- Contexto. Aunque no puedas controlar el contexto en el que el visitante llega a tu web (si lo hace desde el móvil o desde el ordenador), sí que está en tu mano asegurarte de que el contenido es totalmente legible y accesible en todo tipo de formatos.
- Emoción. La tipografía, los colores, las imágenes… Todo en tu web transmite emociones, no solo el texto. Presta atención a lo que quieres transmitir para reforzar tu mensaje con todos los elementos visuales.
- Confianza. Por lo general, confías más en lo simple que en lo complejo. Básicamente, porque lo que puedes controlar te da mayor seguridad.
- Fracaso. Los errores ayudan a mejorar y enseñan que, muchas veces, las cosas son más sencillas de lo que crees.
- La única. Esta ley resume todas las anteriores en un solo enunciado: “La simplicidad consiste en sustraer lo que es obvio y añadir lo específico”.
Cómo hacer un buen diseño web minimalista
Teniendo en cuenta las leyes de la simplicidad, y todos los principios anteriores, podríamos decir que para crear una página web minimalista debes (o deberías):
- Minimizar el contenido tanto visual como textual, poniendo el foco en lo realmente importante para dirigir la atención del usuario hacia donde te interesa.
- Mostrar un menú de navegación sencillo e intuitivo que muestre los elementos principales para facilitar la búsqueda en todo momento.
- Definir un objetivo por cada página. Si incluyes muchas llamadas a la acción en una misma sección, es probable que el usuario se pierda entre tanta información y no acabe clicando en ninguno de tus botones de CTA.
- Integrar la simetría como elemento clave para ordenar y distribuir el contenido.
- Incluir espacios negativos o espacios en blanco para no saturar.
- Crear un alto contraste entre los distintos elementos para resaltar aquellos realmente importantes.
- Apostar por texturas y elementos gráficos planos que huyan de las sombras, degradados y efectos 3D.
- Utilizar una paleta de colores monocromática y combinar con algún color complementario para destacar, por ejemplo, los botones de CTA.
- Escoger una tipografía legible, clara y sencilla que refuerce la personalidad de tu marca.
- Seleccionar solo unas pocas imágenes muy expresivas a nivel visual para transmitir emociones y destacar sobre el fondo de la interfaz.
Ventajas del diseño minimalista
Una página web que cumpla y respete todos (o buena parte) de los requisitos anteriores tiene múltiples ventajas para tu negocio. Pues el hecho de reducir el número de elementos de tu página y ordenarlos de una forma adecuada te ayudará a:
- Aumentar la velocidad de carga.
- Mejorar la experiencia de usuario.
- Ofrecer más claridad, organización y concreción en tus contenidos.
- Optimizar la navegabilidad web y facilitar su uso por parte del usuario.
- Garantizar un diseño responsive adaptado a todo tipo de dispositivos.
- Provocar un mayor impacto visual.
- Facilitar la interacción.
- Generar más confianza y seguridad en tus visitantes.
- Aportar una visión profesional de tu negocio.
- Focalizar y dirigir la atención del lector al lugar que te interesa.
En resumen, como ves, todos estos puntos repercuten de manera positiva en tus resultados, ya que influyen directa o indirectamente en tu tasa de conversión. Porque un sitio web atractivo, funcional, sencillo y fácil de utilizar es el vehículo más efectivo para comunicar tus valores, tu misión y las soluciones que ofreces a tus clientes.
Y ya sabes que ese es el primer paso si quieres que acaben comprando.
Páginas web minimalistas para inspirarte
Visto lo visto, no es de extrañar que en IdeandoAzul seamos grandes defensores del diseño web minimalista y de la sencillez. Por experiencia, sabemos que una web que aporta claridad, concreción, y que ayuda a tus clientes a no perder el foco, da muchos mejores resultados que una llena de elementos vistosos pero innecesarios e inefectivos.
Además, las webs minimalistas ofrecen la posibilidad de crear un diseño limpio, atractivo, elegante e impecable. Entran por los ojos y dirigen la atención del visitante de un modo sutil y práctico.
Si no, juzga por ti mismo a través de estas imágenes de sitios web minimalistas que hemos creado para algunos de nuestros clientes. En nuestro portfolio, encontrarás muchas más.
Páginas web minimalistas: ejemplos
¿Te sumas al menos es más?
El diseño de una página web siempre tiene que estar enfocado a los principios de usabilidad, navegabilidad y accesibilidad, que son los que garantizan una buena experiencia de usuario.
Para conseguirlo, como ves, no hace falta tanto.
La simplicidad es, sin duda, el camino más eficaz. Las páginas minimalistas cargan rápido, se adaptan con facilidad a los distintos tamaños y formatos de pantalla, son intuitivas, eliminan distracciones y te permiten dirigir la atención del usuario al lugar que realmente importa.
Ahora, tú decides si prefieres tener una página sobrecargada que no deje claro dónde está el foco o si quieres sumarte a la tendencia minimalista por todos sus beneficios.
Recuerda: menos siempre es más.
¿Conocías todas las ventajas del diseño web minimalista? ¿Tú también apuestas por la simplicidad en tu web? ¿Cómo ha evolucionado tu página desde que la creaste? ¿Crees que necesita algunos cambios?
Puedes dejar aquí todos tus comentarios o consultarnos cualquier duda por privado.