¿Sabías que el 90% de las decisiones de compra son emocionales y el 10%, racionales?
Esto quiere decir que, en general, a la hora de comprar tus productos o contratar tus servicios, tus clientes se mueven, básicamente, por las emociones que tu marca despierta en ellos.
Por eso, no importa lo larga que sea la lista de las bondades y ventajas de lo que ofreces. Lo realmente importante es cómo haces sentir a tus clientes. Y, sobre todo, cómo imaginan que se sentirán una vez que tengan tu producto o servicio en sus manos.
Piensa, por ejemplo, por qué compraste aquellas zapatillas de deporte que tanto te gustan.
Seguramente, más que su diseño o su comodidad, te cautivó la idea de verte con ESAS zapatillas (y no con otras). Caminando, en el gimnasio, descubriendo nuevos rincones, tomando unas cañas con tus amigos, y mil imágenes más que tu mente construye a partir de las emociones que generan unas simples zapatillas de de la marca X (puedes elegir la que prefieras).
Más que seres racionales, somos personas emocionales que razonan, que no es lo mismo. Las grandes empresas lo saben y, por eso, cada vez dedican más esfuerzos a desarrollar estrategias de marketing emocional que les permitan llegar directamente al corazón de sus clientes.
¿Y sabes por qué? Porque si no emocionas, no vendes.
Pero, ¿en qué consiste el marketing emocional realmente? ¿Cómo ponerlo en práctica en tu empresa?
En este post, te damos todas las claves para crear tu propia estrategia de marketing emocional. Además, te mostramos algunos ejemplos de grandes marcas que han sabido conectar con las emociones de sus consumidores para levantar pasiones.
¿Tú también quieres enamorar a los tuyos y convertirte en una auténtica lovemark?
No importa lo que vendas. ¡Puedes hacerlo!
Marketing emocional: definición
Empecemos por el principio: ¿qué es el marketing emocional exactamente?
Huyendo de definiciones teóricas y aburridas, de entrada, podríamos decir que el marketing emocional (también llamado marketing de emociones) es el que enamora, el que se siente, el que seduce, el que impacta y el que, en definitiva, conecta directamente con el corazón de tus consumidores.
Es el que, más allá de vender (que, obviamente, es el objetivo final, no nos engañemos), busca establecer vínculos emocionales y duraderos con tus clientes o futuros clientes.
Vale, ¿y esto cómo se consigue?
Pues tocando la fibra y sacudiendo sus emociones. Esas que nos hacen más humanos y que actúan como motor de nuestras vidas.
Las que, tal y como vemos en la película Del revés, de Pixar, reaccionan constantemente ante los diferentes estímulos que nos encontramos en el día a día, guiando todos nuestros movimientos y decisiones.
En la película solo aparecen cinco emociones básicas: alegría, tristeza, ira, asco y miedo. Pero lo cierto es que hay muchas más que se utilizan en las campañas de marketing emocional: admiración, sorpresa, confianza, aprobación, melancolía…
Todo dependerá de la personalidad de tu marca, de lo que vendas y de la sensación que quieras transmitir.
Marketing emocional: características
Como decíamos antes, el fin de toda estrategia de marketing es vender. La diferencia entre unas acciones y otras es, simplemente, la forma de hacerlo.
Así, una de las principales características del marketing emocional es la venta de un producto a través de una emoción.
Mientras que el marketing tradicional solo busca vender por vender, focalizando toda su atención en el producto en sí, el marketing emocional deja a un lado el producto para centrarse exclusivamente en las personas que se acercan a tu marca, compren o no compren.
Y ahora dirás: “¿y de qué sirve malgastar tiempo y energía en personas que no compran?”. Pues tiene mucho más poder del que crees.
Vender emociones ayuda a proyectar tu imagen de marca en su mente y, llegado el momento, si esa persona necesita tus servicios, ya tendrás adelantada gran parte del trabajo.
Piensa, por ejemplo, en Apple. Puede que seas Apple-adicto y renueves tu smartphone cada vez que lanzan un modelo nuevo o puede que no. Lo que sí es seguro es que la gran mayoría de los mortales aspira a tener un iPhone en sus manos.
Móviles hay muchos, es cierto. Pero desde Apple ya se han encargado de hacernos sentir que como los suyos, ninguno.
¿Y cómo lo han conseguido? Pues cautivando, enamorando y posicionándose en el corazón de las masas gracias al branding emocional, que viene a ser el máximo exponente del marketing emocional.
“Una marca no trata de argumentos racionales, sino de la forma en que la compañía conecta emocionalmente con la gente”,
Steve Jobs
Ventajas y desventajas del marketing emocional
Una de las principales desventajas del marketing emocional es que tus ventas no se multiplicarán de forma instantánea, sino que recogerás sus frutos más bien a medio o largo plazo.
Piensa que, como en cualquier relación amorosa, conquistar el corazón de la persona por la que suspiras lleva su tiempo… Puede haber flechazos, sí, pero lo normal es que el amor se fragüe a fuego lento.
Sin embargo, una vez que lo conquistas, tiene grandes ventajas como estas:
- Provoca un mayor impacto en la vida del consumidor.
- Potencia la relación con tus clientes y posibles clientes.
- Hace que tu público identifique los valores de tu empresa y se sienta parte de tu marca.
- Establece una relación más duradera y estable en el tiempo.
- Fideliza a tu audiencia.
- Genera aspiraciones de deseo.
- Fomenta la recomendación.
- Te diferencia de tu competencia.
- Mejora tu imagen de marca y tu reputación.
“En la fábrica hacemos cosméticos, en la tienda vendemos esperanzas”,
Charles Revson
6 acciones para desarrollar tu propia estrategia de marketing emocional
Ahora que ya sabes qué es el marketing emocional y cómo puede ayudar a impulsar tu negocio, veamos cómo ponerlo en práctica.
Seguramente estarás pensando que es muy fácil ENAMORAR, así, en mayúsculas, a todo el mundo, siendo una lovemark potente y sonante como Apple, Coca-Cola, Starbucks, BMW, etc. Y sí, es cierto, no te lo vamos a discutir.
Sin embargo, que sea difícil no quiere decir que sea imposible. Pues tú, al igual que cualquiera, tienes la capacidad de enamorar. Además, siempre, en cualquier rincón del mundo, habrá un alma latiendo por ti y deseando, sin saberlo, encontrarte.
Aquí tienes algunas estrategias básicas que te ayudarán a intimar con tu público para crear y mantener ese vínculo afectivo marca-consumidor.
Despliega tus armas de seducción, toma nota y empieza a crear tu propia estrategia de marketing emocional:
1. Conoce a tu audiencia
Nunca podrás enamorar a tu público si no conoces en profundidad sus sentimientos, sus inquietudes, sus preocupaciones y sus verdaderas necesidades. Así que, descubre qué les hace vibrar para empezar a construir mensajes que despierten sus emociones y les hagan sentirse comprendidos.
Crea una experiencia de marca memorable para que no te olviden nunca y vuelvan a confiar en ti una y otra vez. Si no sabes cómo hacerlo, en este otro post encontrarás 6 claves para generar una brand experience única.
2. Humaniza tu marca
Si de verdad quieres conectar con el lado más emocional de las personas, antes tendrás que dejarles ver tu lado más humano. Pero hazlo de una forma auténtica, sincera. Seguro que a ti tampoco te gustan las mentiras.
Nuestro consejo es, por tanto, que seas fiel a tus principios y a tu personalidad pero sin olvidarte nunca de los demás. Escucha sus necesidades, ponte en su lugar, empatiza con su situación y hazles saber que te preocupas por ellos.
3. Utiliza el storytelling
Todas las historias (incluso las que no acaban comiendo perdices) tienen el poder de emocionar y de conectar con los sentimientos del que lee o escucha. Aprovecha el poder de las narraciones para contar historias que enganchen a tu público y les haga sentirse identificados.
“El marketing ya no es cuestión de lo que sabes producir, sino de qué historias sabes contar”,
Seth Godin
4. Crea una comunidad
Mantén el contacto con tus seguidores y aprovecha las redes sociales y otros canales como tu Newsletter o tu blog para compartir con tu audiencia todos estos mensajes e historias.
Interactúa con ellos, escucha sus comentarios, responde a sus preguntas y fomenta su participación para que se interrelacionen entre sí.
5. Refuerza tu mensaje con tu identidad corporativa
Recuerda que tu logotipo, tus colores corporativos y todo lo que tiene que ver con tu marca hablan de ti. Tu página web, por supuesto, también transmite emociones. Así que, ojo a lo que muestras en ella.
Aquí tienes algunas ideas para diseñar una web pro que te diferencie del resto y esté alineada con tus valores y objetivos empresariales.
6. Sé constante en tu estrategia de branding emocional
Los amores eternos no existen porque sí. Eso solo pasa en los cuentos. En el mundo real, hay que trabajar día a día para mantener la llama viva.
Esto quiere decir que, una vez que hayas enamorado a tu público, no puedes dejarlo jamás. Recuerda que estás a un solo click de que tu cliente te sea infiel y se vaya con otro que le emocione más.
Suena duro pero es así.
Marketing emocional: ejemplos
Hay muchísimas marcas que han conseguido encandilar a sus consumidores hasta el punto de que estos acaban sintiéndolas como parte de su propia identidad. Esas, las más deseadas y las más admiradas son lo que en el argot marketero denominamos lovemarks.
Marcas que, en todas sus estrategias de marketing y branding, especialmente en sus anuncios publicitarios, despliegan toda su capacidad de seducción para construir mensajes emocionales que no dejan indiferente a ninguno de sus fans.
Así que, para ilustrar todo lo que te hemos contado sobre el poder de las emociones, nada mejor que mostrarte algunos ejemplos de marketing emocional que nos han llegado al corazón.
Coca-Cola: ‘Siente el sabor’
Coca-Cola es la reina del marketing emocional.
A lo largo de los años, ha conseguido posicionarse en nuestras mentes como la bebida de la felicidad y de la amistad. La que siempre está ahí, dispuesta a compartir momentos contigo.
Y así lo reflejan a la perfección en este anuncio de 2016, que hace sentir a todo el que lo ve la fuerza y la sensación de cada imagen, de cada palabra.
Un trabajo magistral que hace que te entren unas ganas locas de tomarte una y vivir y sentir todo ese fuego, esa frescura, esa alegría y, en definitiva, esas historias. 😍
Greenpeace: ‘Juntos ganamos’
Emocionar es llegar al corazón, tocar la fibra, remover tus adentros y conectar con tu universo interior. Algo que consiguen a la perfección asociaciones sin ánimo de lucro como Greenpeace.
Para este tipo de ONG, sus campañas de marketing emocional se basan, fundamentalmente, en hacer ver a su audiencia que comparten una misma preocupación, una misma causa, una misma lucha.
Como esta es la mejor forma de hacerles sentir parte de su proyecto y de su misión, en sus mensajes alimentan ese sentimiento de pertenencia. Y es que, ¡a todos nos gusta sentirnos parte de algo grande!
Como muestra, este spot en el que ellos mismos explican qué es Greenpeace. Un vídeo en el que se apoyan en imágenes impactantes (algunas con cierta dosis de espectacularidad) para motivar y animar a pasar a la acción.
Dove: ‘Mi belleza, mi decisión’
Las marcas de cosméticos e higiene personal también saben mucho de emociones.
En este sector, contar historias que conecten resulta fundamental para diferenciarse de sus competidores y encandilar a sus potenciales clientes. Solo así encontrarán la manera de ser finalmente los elegidos.
Dove es una de las marcas que mejor trabaja este vínculo emocional marca-consumidor. Para ello, basan sus historias y anuncios en mujeres de a pie, mujeres reales que no responden a ningún canon de belleza porque así es como ellos entienden precisamente el concepto de belleza.
De este modo, no solo consiguen que las mujeres a las que se dirigen se sientan bellas, únicas y especiales, sino que hacen que se sientan identificadas. Y ese es el centro de su estrategia de marketing emocional.
Aquí lo dejan muy claro.
Convierte tu marca en una auténtica lovemark
Llegados a este punto, estamos seguros de que tu mayor deseo es levantar pasiones con tu negocio para conquistar el corazón de tu audiencia.
No caigas en el error de pensar que solo las grandes marcas pueden enamorar a sus consumidores.
Tú también puedes hacerlo mimando el branding de tu empresa o tu marca personal a través de todos estos consejos.
Y, ahora que ya tienes todo lo necesario para empezar a diseñar tu propia estrategia de marketing emocional y convertirte en una lovemark, cuéntanos:
- ¿Qué emociones te gustaría transmitir?
- ¿Qué tiene que tener una marca para enamorarte a ti?
- ¿Qué sensaciones te despierta IdeandoAzul?
Puedes dejar aquí tus comentarios, sean cuales sean. 😉